La semana pasada un amigo me invitó a participar de un fractal. Para entrar había que poner $1000 pero él había ido a medias con otro amigo: de última, si pierdo son $500 me dijo. La promesa era jugosa. Ganar ocho veces más que la plata puesta inicialmente. El verano se acerca y es más que comprensible que una propuesta así seduzca. Mi escepticismo (ese que me viene cuando tengo que poner plata) me hizo descartar, en el acto, la idea de participar. Sin embargo despertó mi interés por saber cómo funcionaba. Si mi amigo, en quien confío mucho, se metió en esto, no puede ser tan malo. Sin apresurarme a pensar si se trataba de una estafa o de una alternativa al capital decidí buscar algo mínimo de información que me aclarara el panorama.
¿De qué se trata el fractal o flor de la abundancia?
Se forma un grupo de 15 personas repartidas en 4 niveles diferentes:
▪ Una en el primer nivel (el que recibe el dinero).
▪ Dos en el segundo nivel (el nivel de «apoyo motivacional»).
▪ Cuatro en el tercer nivel (el de aquellos que invitan a nuevos integrantes).
▪ Ocho en el cuarto nivel (el de los recién llegados y aquellos que ponen el dinero).
Cuando todos los integrantes del cuarto nivel han «regalado» su dinero, la flor se considera completa. El dinero es recibido por el individuo del nivel uno, que para llegar ahí tuvo que pasar (presuntamente) por todos los niveles anteriores. Él se retira, dividiendo la flor en dos nuevas, colocando a los integrantes originales en el nivel de numeración inferior al que poseían en la original.
Ambas flores carecen del último nivel que tienen el encargo de poblar, y la única forma de hacerlo es consiguiendo nuevos «inversionistas» que donen su dinero al nivel uno de sus respectivas flores. Y así, ad infinitum.
Bueno, ad infinitum no, porque el mundo no es infinito. (Extraído de Escéptica)
El origen
Al parecer esta forma de organización económica no es nueva ni original de Uruguay sino que bajo otros nombres y premisas pero siempre con la misma lógica interna ha estado presente en otros rincones de la tierra. Su resurgimiento tuvo lugar en La Paloma donde mediante un audio de WhatsApp se contactaba a las mujeres que en principio comenzaron formando parte de estas flores de la abundancia. Al comienzo se pedía $1400 usd. Luego, dos tendencias surgieron al mismo tiempo: las flores de la abundancia se abarataron y empezaron a participar hombres en ella.
¿Estafa?
El punto que divide a quienes confían en el fractal y quienes creen que es una estafa es cómo consideran que es el final del fractal. Para los que creen que es una estafa es muy claro que la cantidad de inversionistas necesarios (lo del nivel 4) crece a un ritmo exponencialmente superior que los ganadores, por ello en un momento habrá gente que habrá puesto su dinero y que no llegará a cobrarlo. Para ellos es matemáticamente insostenible. Por otra parte, los defensores del fractal no niegan que esto pueda pasar. Aún así lo vislumbran en el largo plazo, no creen que pueda pasarles a ellos pero saben que es un riesgo que corren. El punto clave que considero para pensar que no es una estafa es que quienes participan son conscientes de los límites que tiene esta forma de organización económica.
¿Economía colaborativa?
En primer lugar quienes sostienen las bondades del fractal afirman que se generan grupos de WhatsApp de ambientes cálidos y que lo que sostiene esta forma de asociación económica es la confianza. No dudo de ninguna de las dos cosas, y quizás lo más valorable de esta forma sea organizar lazos de confianza entre personas desconocidas, en esta época donde reina su ausencia. Paralelamente quienes lo defienden también afirman que esta forma no le sirve al sistema (capitalista) y que por eso es criticado. En este punto no estoy para nada de acuerdo. Para empezar es una forma de organización económica que no promueve la distribución equitativa, ni siquiera algo que se le asemeje. No solo eso sino que promueve la concentración del dinero en las manos de una persona que realiza el cash out (cobra), y que para persistir resulta que necesita expandirse; curiosamente también resulta que en algún momento algunos que entraron con la promesa de acceder a una pequeña fortuna no la logran. Cualquier similitud con las lógicas capitalistas es mera coincidencia. A su vez se mueve dinero sin generar nada, cualquier similitud con el capital financiero es mera coincidencia. De esa forma queda configurado un sistema que se pregona como cada uno da y recibe lo que merece pero que en definitiva, a pesar de eliminar intermediarios (bancos, empresas financieras), termina reproduciendo lógicas capitalistas entre las personas. Impulsa la confianza sin dudas, pero debemos recordar también que los bancos funcionan en gran medida a base de confianza. Sí, funcionan en base a confianza y a papeles que suponen garantías, pero recordemos lo que pasó acá en 2002, sin confianza los papeles se vuelven solamente útiles para empezar un fuego. Y si ahora a los bancos les va bien acá en Uruguay es porque gozan de bastante confianza. (En una última encuesta de Factum eran las instituciones en las que más confiaban los uruguayos).
En definitiva no creo ni que sea una estafa ni una forma de economía colaborativa. Creo que es un intento por juntar plata rápido (no lo condeno) que implica algunas formas de relacionamiento que aprecio, pero de todas maneras no logra zafar de la idea de la concentración de riqueza, y es peligrosa porque alguien no va a llegar a cobrar. Es reconfortante pensar que a nadie le va a tocar ser el que no cobra o que como es algo del corto plazo no me estreso. Con ese pensamiento no hay solidaridad posible.
Fuentes: El Observador. BBC Mundo
5 abril, 2019 at 21:07
Me gustaría saber por qué piensa usted que alguien no va a llegar a cobrar?
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8 abril, 2019 at 12:23
Porque para cobrar se necesita reclutar siempre nuevas personas que pongan la plata. En el momento en que no se reclute al menos una de las personas necesarias ya habrá alguien que no va a cobrar.
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24 mayo, 2019 at 00:12
Ahora estaría muy bueno que analicen el lado espiritual del asunto. Por ejemplo, que al estar en AGUA la persona tiene que trabajar el MERECER. Aunque no lo crean, hay gente que actúa como si no mereciera la abundancia, y viven con bastante miedo. En VIENTO trabajas la comunicación, y en los otros no me acuerdo, pero va por ahí. Es una forma de crecimiento también, que involucra la abundancia. No hay que tenerle miedo a la abundancia sería la premisa, por más que consideres diabólico al dinero.
El dinero (que básicamente representa a los recursos de la tierra) es impreso por energías negativas, pero en sí lo que representan es luz, ya que es la Tierra misma.
Es un tema complicado y a analizar, pero comprendí (después de decir que no necesitaba dinero y literalmente vivir viajando meses sin dinero y viviendo en la tierra sin usarlo), que no podemos escapar de EL si lo que nos está tocando en la vida ahora es tenerlo a nuestro lado. Por mas que el futuro sea sin dinero (ojalá) en un sistema de colaboración y hermandad, tenemos que aprender a usarlo ahora de forma positiva.
Gracias por tu artículo!
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9 junio, 2019 at 21:16
Buenas! Lo siento pero desconozco el costado espiritual, así que no siento que pueda hablar de él. Supongo que habrá sido una experiencia vivir sin dinero, yo nunca viví sin dinero. Vivimos en un sistema capitalista y eso implica entre otras cosas que las cosas tengan un valor de cambio: dinero. Creo que antes de pensar en un futuro sin dinero, podemos pensar en los lazos de solidaridad (hermandad, colaboración) que construimos que, más allá del límite que pueda poner el sistema en el que estamos inmersos, se pueden construir de todas formas.
Nada que agradecer, está bueno el intercambio
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8 junio, 2019 at 09:30
Hola! Entiendo que palabras como ” inversión”, ” reclutar” ” estafa” … ya nos colocan en un lugar de alerta y temor. Yo hablaría de ” regako” ” invitación” ” cooperación”. Cuando cuesta completar esos fuegos que deben hacer el regalo al agua, todos cooperamos para encontrarlo, en unión, confianza y colaboración. No sucede que el mandala se corta o se cierra o alguien no recibe. Se hará más largo el proceso pero se continúa. Las personas van saliendo y entrando de nuevo si lo desean,así que sí es infinito .
Saludos!
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9 junio, 2019 at 21:07
Buenas! Conozco varias personas, entre ellas el amigo del que hablo en la nota que nunca recibió su dinero, alguien cobró y el mandala desapareció, así que sí sucede que se cierre o alguien no reciba su dinero. Más allá de los términos que utilicemos, sea “invitación” “estafa” “regalo” o el que sea, y más allá de los casos puntuales que conozco: este es un sistema que fomenta la concentración de la riqueza en una persona que es la que va cobrando y se sustenta sobre la base de que siempre habrá personas dispuestas a poner dinero ¿qué pasa cuando no se consigan personas que sigan poniendo dinero? -una posibilidad muy real- Se cae, así que de ninguna manera es infinito. Me parecen muy loables apuntar a lo cooperativo, a la confianza y a la colaboración, no creo ni por asomo que este sea el método: existen cooperativas, colectivos, hay miles de formas de asociación colectiva.
Saludos!
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7 julio, 2020 at 19:53
Exelente análisis sobre el funcionamiento de este sistema. Tenia el concepto en mente, pero necesitaba una explicacion ya armada para no tener q cansarme pensandolo yo xD xD .
Me parece importante remarcar, que no es que “es posible que haya personas que no cobren”, sino que es inevitable. Es intrínseco al sistema.
No se producen bienes ni nada. Tampoco se imprimen billetes. Por eso, no hay forma de que todos ganen mas de lo que pongan.
Hay unos que ganan mas de lo que ponen, porque hay otros que pierden lo que ponen. Y la cantidad de personas que pierden, con relacion a la cantidad de personas que ganan, es la misma que la relacion entre lo que ponen los fuegos, y lo que se llevan los agua.
Osea, de cada 1 persona que se lleva dinero al final, hay 8 que pierden el que pusieron (si o si)
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15 octubre, 2020 at 23:33
Muchas gracias.
Sí, es cierto es inevitable. Y la relación de la cantidad de personas que pierden en relación a las que ganan es correcta. Lo que quería decir es que en el corto plazo, pongámosle, puede suceder que las ocho personas que empezaron puedan llegar a cobrar.
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